
En Santiago,descubrimos la magia de los hidrogeles creando gominas, pastas de dientes y hasta raviolis de "philadelfia". Además resolvemos un caso terrorista utilizando las derivadas, las funciones y ecuaciones y detectamos la radiación cósmica mediante detectores de partículas. Pero no sólo eso, sino también la importancia de la sostenibilidad del agua y como depurarla con mayor eficacia y ahorro. Talleres muy emocionantes que nos hacen disfrutar de la ciencia.
Aparte de trabajar con las facultades, hemos practicado deporte, como piscina o volleyball, en las instalaciones universitarias. Además de visitar la catedral de Santiago, recorrer sus antiguas "ruas" y disfrutar de los fantásticos atardeceres.
Pueden parecer días intensos, pero las noches lo son aún más. Después de cenar, nos reunimos todos juntos con los monitores, Pili, Paco y Teresa. Entonces disfrutamos de las veladas, esas 2 horas donde hacemos de todo. Exponer experimentos, ver películas científicas, jugar a trivials, bingos de química y hasta presentar inventos "un poco ridículos", donde la risa y la ciencia no fallan.
Al principio nombraba a Carracedo, pues bien cada día que nos levantamos en este campus científico, nos demuestra que tiene razón. Luchar por la ciencia, lo que nos gusta, vale la pena. No hay mayor satisfacción personal que trabajar y disfrutar al mismo tiempo.