Prometía ser un día movido, y así fue.
Los participantes tuvieron que levantarse antes que de costumbre. Habría clases, sí, pero también visitas a muchos lugares interesantes, tantos que el tiempo apremiaba y había que sacarlo de donde fuera.
La primera visita fue a Ingeniatrics, una Spin off surgida de la Universidad de Sevilla que se dedica a estudiar y aprovechar las ventajas de que los productos estén en pequeñas cápsulas.
Cuando terminó la visita, los futuros eruditos fueron a sus respectivos torreones de estudio hasta la hora de comer.
Una vez con el estómago lleno, retomamos el tour de las visitas.
Primero el C.N.A. (Centro Nacional de Aceleradores), donde se concentran varios aceleradores de partículas. Visitamos las instalaciones en una visita guiada y tremendamente didáctica. Aprendimos cómo se aceleran las partículas y lo útil que puede ser crear positrones (antimateria) en el ámbito de la medicina para detectar cánceres. Aprendimos mucho acerca de iones y comprobamos que todo lo que habíamos visto de química y física en el instituto tenía un valor real
Después fuimos al Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis. Pudimos ver las instalaciones, tanto los laboratorios donde realizan diversos experimentos de investigación como los invernaderos donde están las plantas tratadas.
Cuando acabaron las visitas, volvimos a la Posada Mayor y comenzó un ambicioso proyecto. Realizamos un juego de rol todos los integrantes del Campus.
En él nos trasladamos a los años 50 a un hotel de carretera americano venido a menos. Aunque años atrás había sido un lugar terrorífico ahora se encontraba rehabilitado y estaban ofreciendo una fiesta de bienvenida…o al menos aparentemente. Cada uno de nosotros teníamos un papel determinado, que se confrontaba con el de otros, pero que por otro lado permitía que alguien te pudiera ayudar, el problema era ¿en quién puedes confiar realmente?
No pasó mucho hasta que cayó la primera víctima y comenzamos a descubrir que asesinos, policías, arqueólogos y ladrones se encontraban entre nosotros. Y no sólo eso, todo parecía indicar la presencia de seres sobrenaturales…y gente dispuesta a darles caza. Finalmente sólo 9 sobrevivimos, aunque, incluso muriendo, hay quién pudo cumplir su objetivo ¿Cuál era? Sólo el paso del tiempo lo dirá…
En la foto pueden distinguirse a los muertos porque llevan la camiseta oficial del campus (azul turquesa).
Para terminar, hemos recopilado comentarios y opiniones de algunos de los participantes:
"El juego de rol al que jugamos la otra noche lo considero como el mejor que hemos hecho en el campus, e incluso me atrevería a decir que es el mejor al que he jugado en mi vida, por encima incluso de los clásico pilla-pilla, escondite o poli-caco."
Pedro Fernández
"Me llamo Jacoba, soy una mujer aparentemente normal pero oculto un secreto…las noches para mí son muy divertidas, tengo un poder oculto, el de convertirme en mujer lobo. ¿Qué me trae hasta aquí? Pues vengo siguiendo el rastro de un vampiro."
Ana Martínez
"Yo estaba emocionado, mi papel era considerado uno de los mejores: vampiro. Tenía la ventaja de ser inmortal. Así, comencé la partida confiado de que nada podría detenerme, aislando a mi primera víctima. Resultó ser el hombre-lobo, único personaje cuyo objetivo era matar al vampiro. La partida duró 4 horas, yo, la primera víctima, duré 20 minutos."
Sergio Loarte