Llega el momento menos esperado, la despedida.
Ayer por la mañana era turno de presentaciones. Tras los nervios previos, expusimos delante de los compañeros, profesores y coordinadores del Campus, los proyectos que habíamos realizado a lo largo de la quincena. El resultado final fue inmejorable y quedó demostrado todo lo que habíamos aprendido durante las sesiones. Recibimos la felicitación de todos por nuestro buen trabajo.
Una vez finalizadas las exposiciones, tuvo lugar la entrega de diplomas de manos de José María Armingol, coordinador del Campus, y a continuación nos dirigimos al comedor donde la Universidad nos había preparado un ágape para poner el broche final al Campus.
De vuelta a la residencia, preparación del equipaje, últimas partidas, ultima cena en grupo y velada de despedida.
Hoy por la mañana, un sinfín de sentimientos encontrados se dieron lugar en la residencia. Por un lado llantos y caras tristes y por otro satisfacción por el trabajo bien hecho y alegría por las nuevas amistades y los momentos inolvidables vividos durante estos trece días.
Por nuestra parte, los monitores os queremos decir que ha sido un placer pasar estos días con vosotros, destacando vuestro comportamiento ejemplar tanto en las clases como en la residencia (que lo lean bien los padres). La residencia se ha quedado muy vacía sin vosotros. Os deseamos un gran futuro científico.
¡Hasta pronto amigos!