sábado, 16 de julio de 2011

Salamanca. Un día a la fresca.



Primero pedimos disculpas por no haber escrito antes el blog, pero hemos estado con internet intermitente, y tuvimos problemas técnicos con el blog... Os vamos a hablar en este post de la "superexcursión" a la Sierra de Francia del martes, tras la cual llegamos a la residencia muertos de cansancio.

Iniciamos la mañana con un ascenso hasta alcanzar los 1700 metros (¡Qué vértigo ir por la carretera, con esa niebla y esos barrancos!). Por el camino tuvimos la suerte de ver cabras montesas, algo muy difícil de ver según los expertos de la zona. Una vez en la Sierra de Francia, los profesores nos explicaron un poco sobre la fauna y la flora de la zona, y sobre los peligros que conlleva la caza indiscriminada de especies y la introducción de otras provenientes de otras foráneas. Además, vimos fósiles de huellas de trilobites y ondulaciones del mar. ¿Os podéis creer que hace 450 millones de años, este suelo pertenecía al fondo del mar?
De camino a la laguna de San Marcos, pudimos sacar el explorador que llevamos dentro. Nos armamos con redes y cazamos algunos insectos, incluyendo un neuróptero, cazado por Clara R., que despertó el interés en nuestros profesores expertos, ya que no eran capaces de identificar la especie a simple vista. En la laguna, nos dividimos en grupos: unos sacamos muestras del tronco de los árboles, otros exploramos las aguas de la laguna, en busca de algún animal acuático, y otros buscamos reptiles y otros animales debajo de las rocas.
A la vuelta, hicimos una visita fugaz al pequeño pueblo La Alberca, donde algunos sucumbieron a la tentación de comprar almendras garrapiñadas, muy típicas del lugar.
Poco a poco iremos actualizando las actividades que hemos realizado durante la semana. ¡Un beso!