No es un día cualquiera, por eso este texto tampoco. Hoy nos hemos despertado con el corazón partido ya que es el último día de nuestra estancia en el Campus Iberus. Estos últimos días han estado llenos de nervios por las presentaciones de hoy, porque hemos estado preparando los últimos detalles a última hora, e intentando que quedasen perfectas.
Al fin los trabajos han sido expuestos, y las preocupaciones las hemos dejado a un lado, y ahora toca despedirnos. Ya se han caído algunas lagrimillas al recordar los momentos aquí vividos, y los proyectos que hemos dejado atrás, y es que quedan menos de 24 horas para que esta gran experiencia termine.
Han sido muchos los momentos que hemos pasado juntos, pero aunque 15 días suenen a poco, nosotros hemos conseguido crear una gran familia formada por personas de todas partes, todas ellas muy especiales.
Aquí hemos aprendido más de lo que esperábamos, y hemos conseguido ponernos en la piel de las personas que algún día querremos ser.
Quedan recuerdos muy emotivos e importantes que nunca se nos olvidarán, como la clase de matemáticas que vimos en Logroño sobre números grandes, en ella aprendimos que el trabajo no está reñido con la diversión. También mencionar la frase que dijo nuestro querido Michel en Aragón TV: Las cosas pasan no porque sean así, si no porque hay algo detrás que hace que sean así, y por eso estamos aquí.
Estos días juntos se nos han pasado volando...
Aparte de los conocimientos adquiridos, lo que nos llevamos son estas 33 personas que ya son amigos.
Una de las cosas más importantes del Campus ha sido los monitores, que aparte de su trabajo, también has sido parte de nuestra familia.
Simplemente deciros que gracias por estos 15 días, por habernos dado esta oportunidad de aprender y a la vez hacer grandes amistades.
Irene Abarca y Eugenia Cuenca