El martes comenzó como un día más en la apretada agenda de los alumnos. Por la mañana estuvieron en los laboratorios realizando experimentos con sus propias manos. El taller de "El futuro de las bioenergías" comenzó con los primeros pasos para obtener biodiésel; y el taller de "Agricultura sostenible" realizó extractos de varios tipos de cardo para realizar su primer bioensayo durante los próximos días. Por la tarde, cada grupo tuvo una sesión con un profesor de secundaria para preparar la exposición que deberán realizar el viernes. Unos talleres crearon presentaciones power point, otros realizaron fotografías y los más atrevidos, incluso se grabaron en vídeo. Pero en el campus científico no todo es estudiar. Tras esta dura jornada de trabajo, una mitad pudo aprender a surfear y todos consiguieron, con más o menos habilidad, cabalgar sobre las olas con sus tablas; y la otra mitad, aunque no pudieron hacer vela por las condiciones climatológicas, si que disfrutaron de un emocionante paseo en zodiac y pudieron bañarse.
El miércoles, a pesar del cansancio acumulado de los dos primeros días, los alumnos continuaron con sus proyectos en los laboratorios.
El taller de "Gastronomía con una pizca de ciencia" nos sorprendió con unas gominolas de sabores creativos e innovadores y el taller de "Recicla conciencia" ya tenía sus reactores a pleno rendimiento para obtener biogás. Durante la mañana tuvieron una charla sobre bioenergías y tras comer en la universidad los alumnos realizaron una visita al Rancho Cortesano. Una explotación de apicultura en la que los chicos y chicas pudieron degustar la miel, envasar un dulce recuerdo de esta visita, hacer una vela artesanalmente con la cera de las abejas, e incluso vestirse con un traje de apicultor y ver más cerca que nunca a las abejas en su colmena.
El taller de "Gastronomía con una pizca de ciencia" nos sorprendió con unas gominolas de sabores creativos e innovadores y el taller de "Recicla conciencia" ya tenía sus reactores a pleno rendimiento para obtener biogás. Durante la mañana tuvieron una charla sobre bioenergías y tras comer en la universidad los alumnos realizaron una visita al Rancho Cortesano. Una explotación de apicultura en la que los chicos y chicas pudieron degustar la miel, envasar un dulce recuerdo de esta visita, hacer una vela artesanalmente con la cera de las abejas, e incluso vestirse con un traje de apicultor y ver más cerca que nunca a las abejas en su colmena.