Después de una buena primera jornada, llegó el segundo día con todas sus emociones y aventuras.
Tras un magnífico desayuno en la residencia servido por los perdedores de la gymkana matemática de anoche, partimos hacia la universidad para desarrollar los trabajos mencionados anteriormente.
Los alumnos de mates han conseguido descifrar mensajes secretos por medio de la encriptación y han aprendido a deleitarnos con el arte de la magia gracias a la clase de un profesor de la UPV que les ha enseñado a aplicar las mates para dejarnos boquiabiertos y patidifusos.
En física siguieron siendo explotados en la realización del generador de Van der Graaff y apuntaron en una lista a los posibles candidatos a recibir un chispazo una vez la máquina esté finalizada.
En química han trabajado duramente en la química orgánica realizando la síntesis de un producto. ¡Menudo trabajazo!
En el proyecto de los mejillones prepararon las muestras con parafina para su posterior manipulación en el microtomo. Esta tarea resultó difícil, pero finalmente consiguieron amaestrar las máquinas. ¡Qué genios!
Tras concluir las jornadas de trabajo en la universidad y tras comer y descansar plácidamente en el mismo campus, nos dirigimos al parque tecnológico BTEK donde pudimos aprender sobre diversas áreas de la ciencia prácticamente desconocidas y que están en desarrollo actualmente. Estuvimos un poco peces.
Y para acabar el día con buen pie hemos gozado de las actuaciones de todos los participantes que intentaron vender sus productos a través de la teletienda, un éxito, la verdad.
