El segundo día en el campus amanece con buenas previsiones, ya nos conocemos más y vamos cogiendo confianza.
Los proyectos que ayer sonaban un poco a chino parecen muy interesantes, y tareas que en un principio parecían imposibles como crear una empresa de la nada, tras dos horas con los compañeros, vemos que son grandes ideas de futuro que no nos quedan tan grandes como creíamos.
Y tras regresar a la residencia y saludar a Pepi (nuestra bedel favorita) seguimos cultivando nuevas amistades que esperamos que sobrevivan mucho tiempo.
Y por fin...¡la velada nocturna! ¡Que divertida puede ser la ciencia!
Las monitorAs