Pistoletazo de salida en el CCV de Granada
Entre el jaleo propio de las llegadas, la ilusión y las ganas de
empezar un nuevo proyecto, el grupo se empezó a conocer, dando lugar a
una tarde llena de risas y juegos.
Después del largo y tedioso discurso sobre las normas del albergue,
comenzamos los juegos de presentación, una práctica más que
obligatoria, pues bien sabido es, que no es fácil aprenderse
treinta nombres de carrera, aunque sea en una tarde entera.
Antes de irnos a dormir, ya se observaba complicidad en el
ambiente, y ahora toca descansar para prepararnos para el primer día de
proyecto.