¡Ya estamos de vuelta!
Como os prometimos aquí estamos otra vez para seguir contándoos nuestra pequeña aventura, eso sí, sintiéndolo mucho éste será el último capítulo de nuestro turno, el tercero.
Sin más preámbulos vamos a ello:
El viernes nos enfrentamos a nuestra prueba de fuego mostrando a nuestros compañeros todo lo que hemos aprendido durante esta semana intensa.
Como no podía ser de otra forma y a pesar de los nervios, todo salió de maravilla, incluso nos ceñimos a los tiempos milimétricamente.
Después de la entrega de los merecidos diplomas, nos fuimos a dar un último paseo por nuestra querida Tarraco, para despedirnos como es debido con un helado de por medio, por supuesto.
Para celebrar la última noche de esta intensa semana enseñamos a nuestros compañeros nuestros talentos más ocultos... ¡menudas voces se escondían entre nosotros!
Y con pena el último día ha llegado, cada uno de nosotros nos disponemos a volver a nuestra rutina, pero algo tenemos claro: ésta será un experiencia que no olvidaremos nunca.
