Viernes, último día de los actuales proyectos.
Por la mañana, los grupos han concluido sus proyectos para, tras darnos una comilona, empezar las clases teóricas de los siguientes.
Como marca la rutina, desayuno, clases, almuerzo y más clases.
Cambio de chip. Conceptos nuevos para los participantes. Claves secretas que decantan guerras para uno u otro bando, materiales más resistentes que el metal ¿Puede el carbono resistir más peso que un metal? Sorpresas. ¿Por qué cruzas los dedos de las manos de una u otra forma? ¿Por qué puedes doblar la lengua en forma de U? La genética te dará la respuesta. ¿Qué es más potente, una máquina electrónica o una hecha con organismos vivos? La computación celular lo tiene muy claro.
Con la ilusión de comenzar nuevos proyectos y la energía que esto nos ha dado, visitamos los Reales Alcázares de Sevilla, los palacios y jardines que se construyeron cuando los reinos árabes gobernaban la Península y los que mantuvieron y expandieron los reyes cristianos posteriores. Una de las maravillas de la ciudad y de toda España.
Tras la visita, tiempo libre por el casco histórico. Tiempo para pasear y admirar la belleza de la zona, paro también para poder degustar algunas de las tapas típicas de la zona, como el montadito de pringá o el solomillo al roquefort.
De camino al autobús que nos llevaría al colegio mayor, triunfó un juego: aplaudir a todo aquél que fuera de rojo y aparecer en cualquier foto que alguien se estuviera haciendo. Era increíble ver a 33 personas corriendo hacia un pequeño grupo de turistas fotografiándose ante la Giralda. Hubo risas por parte de todos, especialmente de los turistas que no salían de su asombro.
Finalmente, cruzamos los Jardines de Murillo para subir al autobús y volver para cenar en el colegio mayor. Ahora que nos conocemos, todo el mundo es imprescindible en este Campus, todos desarrollamos una labor y no podríamos permitir que nadie faltase.
"Hasta la persona más pequeña puede cambiar el curso del futuro" Gandalf, El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo.
Antes de acostarnos preparamos la mochila para el día siguiente. Bañador, toalla, chanclas, crema... ¡nos vamos a la playa!