Ayer fuimos de excursión a la Sierra de Francia, donde observamos la fauna y la flora de la zona. Hizo mucho calor, tanto que al mediodía muchos de nosotros habíamos agotado los suministros de agua y zumos, así que nos sentimos un poco como Bear Grylls, el protagonista del programa El último superviviente. Por suerte, las serpientes y tritones que atrapamos no tuvimos que comérnoslos, y pudimos liberarlos tras acariciarlos y hacernos fotos. Fueron 13 horas de excursión, y llegamos rendidos pero muy impresionados por todo lo que pudimos observar.
Hoy hemos empezado el proyecto de Inteligencia Artificial, donde los profesores han explicado, entre otras cosas, cómo la red de neuronas de nuestro cerebro ha sido cuna de inspiración para la realización de tecnología actual.
Esta noche, como casi todas las noches, volveremos a jugar a las cartas. Un juego tan simple como El burro se puede convertir en algo realmente emocionante si perder significa, por ejemplo, tener que bailar de un lado del comedor al otro en hora punta (es decir, con el comedor infestado de gente). Tenemos pruebas audiovisuales de ello pero no estamos autorizados a difundirlas.
Ya queda menos para el día "D" y la hora "H": la presentación de los proyectos. Seguiremos informando, si los nervios nos dejan teclear…
