Como cada día, nos levantamos temprano y partimos hacia cada proyecto en bus. Luego hemos cogido otro bus para ir a Castelldefels, y hemos visitado otra de las facultades que comprenden la UPC: Las facultades de Agricultura y Aeronáutica donde hemos comido y nos hemos separado en dos grupos para visitar los talleres de radiofrecuencia y de simulador de vuelo.
En radiofrecuencia nos han explicado los problemas de tener un móvil en el avión, además de enseñarnos diferentes frecuencias de la radio, desde las de aficionados hasta las de los aviones.
En el taller de simulador de vuelo nos han dividido en tres grupos: uno de ellos a un simulador de control aéreo; otro de ellos a un juego para hacer en parejas en la que uno de los compañeros hacía de controlador aéreo y otro de piloto, y se daban instrucciones mutuamente y el último grupo hacía un plan de vuelo.
Más tarde ambos grupos han tenido el privilegio de visitar el simulador de control aéreo al que acuden los alumnos de la facultad de aeronáutica. Este simulador está considerado uno de los mejores de toda Europa, y cuenta con muchas aplicaciones; como poder modificar condiciones meteorológicas, escoger entre más de diez aeropuertos, simular averías, etc.
Al acabar, sobre las cinco, nos hemos ido andando a una playa cerca de la UPC. Algunos de nosotros no pudimos ni aguantarnos las ganas de meternos de cabeza a la playa cuando tan siquiera habíamos dejado las mochilas. A la mayoría de nosotros nos ha encantado esa tarde, ya que algunos somos del centro de España y tenemos muy pocas oportunidades de ver la playa, por lo que la ilusión de ir, brillaba en nuestros ojos desde las primeras horas de la mañana. Nos lo hemos pasado genial jugando todos juntos a volley dentro de la playa y luego jugando un pequeño rato a fútbol.
Por la noche hemos hecho una velada en la que preparamos diferentes experimentos y una manera interesante de presentárselos a nuestros compañeros.
Hemos disfrutado mucho con las ocurrencias de alguno de nuestros compañeros.
Noemí Muñoz Martínez