Después de un viernes viendo una exposición de luz y sonido a raíz del quinientos aniversario de la Catedral de Salamanca, aprovechamos nuestros últimos momentos juntos para sacar los artistas que llevábamos dentro, cantando todos juntos en la Plaza Mayor.
La semana se ha hecho más que corta para nuestros participantes, que ya están de camino a sus respectivos hogares. La despedida, como todas, ha sido muy triste, pero eso también implica que las experiencias vividas durante estos días han sido inolvidables.
Desde el Colegio Mayor de Oviedo, las monitoras os queremos agradecer la semana tan fantástica que nos habéis regalado, cargada de energía y cariño por los cuatro costados. Esperamos que esta experiencia os haya ayudado a seguir vuestro propio camino hacia el éxito. Estamos seguras de que podéis conseguir todo lo que os propongáis.