¿Quién dijo que los miércoles eran aburridos?
Estamos a mitad de Campus y no hay tiempo que perder, casi ni para descansar, puesto que hemos venido a recibir todo lo que este campus tiene para nosotros.
Las mañanas pasan rápido, la de hoy ha sido interesantísima, todos los proyectos toman forma y de manera muy autónoma.
Tras una parada para reponer fuerzas y comer, volvemos a la escuela, esta vez para realizar una visita al departamento de Bioingeniería, donde nuestros jóvenes genios aprenden interesantes conceptos de la medicina más avanzada y una rama de ésta muy acorde con el itinerario de nuestros participantes, la tecnología.
Y tras esto.... Nos adentramos en el mundo de las energías del futuro, donde se discutieron temas de gran interés actual, tales como: ¿cuál es el marco mundial de las energías hoy por hoy? ¿qué camino seguirán las energéticas en un futuro próximo? ¿se apostará por las renovables? ¿qué formas de aprovechamiento energético nos brinda nuestro planeta?...
Todas estas preguntas fueron contestadas una a una durante la conferencia, lo que junto con la visita a nuestro campus, nos dejó algo exhaustos.
Sin embargo, al llegar a la residencia algunos teníamos aún ganas y fuerzas, por lo que nos organizamos para echar un torneo de baloncesto, el cual nos abrió el apetito.
Ya de noche, emprendimos una incansable búsqueda de intrigantes pistas con el fin de ayudar a un científico que había perdido el juicio en su bonita labor de salvar a alguna de las especies en peligro de extinción, y que nos llevaría a dar con ese animal.
