¡Todo pasa y todo queda!
Por la mañana los nervios se palpaban en el ambiente. Recorriendo las esquinas de la residencia y la universidad los participantes repasaban su proyecto antes de presentarlo. Ya en el atril, los chavales demostraban sobradamente su ingenio y originalidad entre risas y guiños a lo vivido a lo largo de la semana.
"¡Por fin algo de tiempo libre tras la comida!" Lo celebraron recorriendo juntos el centro de la ciudad entre foto y foto. Finalmente, entre tiernos abrazos volvieron a la residencia donde hicieron su equipaje antes de la última velada. No sabían lo que les esperaba hasta que les sorprendió una gran fiesta donde bailaron música actual y compartieron bailes regionales antes de un emotivo estallido de llantos entre abrazos y bellas palabras.