¡EL FIN DE UN MES MÁGICO!
Amanece el día y ya desde temprano hay llantos y despedidas. A los más madrugadores les acompaña el "adiós" de aquellos que decidieron no dormir mucho y la mañana sigue con sucesivas despedidas que poco a poco van vaciando la residencia que tuvo tanta actividad durante este mes.
Son pocos los que aprovechan para visitar Oviedo, casi todos vuelven a su tierra. Algunos lloran por despedir a sus amigos, otros lloran porque temen no volver a verles, pero algo tienen en común: les encantaría repetir la experiencia que han vivido.