Nos acercamos al final de la
tercera semana de Campus Científicos en la ciudad de Castellón, y nuestros
participantes no han parado de aprender y divertirse a partes iguales. Ya casi
parece que están tan integrados en la universidad como cualquier otro estudiante
universitario.
Por la mañana, los integrantes
del proyecto de “Cómo la física y la tecnología mejoran nuestro entorno” han
estado realizando diferentes experimentos relacionados con el
electromagnetismo, observando sus efectos e interacciones y hasta fabricando su
propio motor eléctrico casero.
Por otra parte los chicos de
“Matematicas + informática = soluciones”
se han introducido con ayuda de simuladores informáticos en el mundo de los
fractales y su origen; además se vieron diferentes ejemplos de situaciones de
autosemejanza en elementos de nuestra vida cotidiana utilizando una coliflor partida
para observar que las ramas del tronco de esta era una réplica proporcional a
la que se observaba en el tronco principal.
Los integrantes del proyecto “Ciencias
para la vida” con ayuda de un espectrofotómetro midieron la absorbancia de las
clorofilas obtenidas de hojas de tomate simulando diferentes espectros de luz,
llegando a la conclusión de que la luz blanca era la que mayor rendimiento de
fotosíntesis producía.
Por último, y no por ello menos
importante, los participantes del proyecto “Campus Hábitat: Proyecto educativo
y eficiente” han visitado el taller de residuos sólidos, lo que les ha
permitido conocer más de cerca las técnicas empleadas en una planta de
reciclaje.
A mitad de mañana han hecho un
descanso en el que han podido disfrutar de un almuerzo típico de la zona, con
“horchata y fartons”.
Ya por la tarde, cada grupo ha
elaborado un póster en el que se recoge el resumen de lo que han aprendido
durante la semana, y que mañana expondrán en el aula magna frente a sus
compañeros y profesores.
Además de la elaboración del
póster, también han tenido tiempo para relajarse e ir a la piscina, donde han
practicado deportes como el waterpolo o el baloncesto-piscina.
Ya por la noche, como es
habitual, no podía faltar una divertida velada donde la participación, las
risas y el compañerismo son los ingredientes fundamentales.