Tras una segunda semana llena de
risas, besos, gritos y bailes llega el momento final; la
evaluación más bonita y sentida de la jornada empieza la noche del viernes.
Subimos al escenario para destacar los aspectos positivos y negativos de la
semana, y acabamos con los sentimientos y corazones a flor de piel haciendo de
ellos nuestros oradores. En este empiece de última velada nos dimos cuenta que
no había sido una semana de verano más, ni una semana veraniega en el mar de la
ciencia; había sido una semana de naufragio en un océano cálido y calmado. Un
océano de ilusión, de conexión, de magia en el laboratorio y en los cuerpos, en
definitiva, un océano convertido en hogar. El hogar que nos había brindado un
espacio de convivencia basado en el respeto y la diversión, el mismo que nos
había obligado a dejar nuestros pequeños prejuicios en la puerta de entrada, se
nos estaba desmoronando en cuestión de minutos, y nosotrxs nos preguntábamos
con las manos en la cabeza: ¿Cómo se puede crear algo tan grande en tan poco
tiempo? ¿Cómo se puede esfumar así? Y nos contestábamos, no se está esfumando,
se va el espacio pero la esencia se queda. Esa esencia que abrazó a todxs y
cada unx de nosotrxs, esa que nos permitió SER y compartirNOS.
Al final, llegó el momento más indeseado de la semana, y ojalá no hubiese nacido nunca aquel sol del sábado 15 de julio, ojalá siguiésemos cantando Aladin en aquel salón de actos… Pero amigxs, como en todo buen océano, llega la tempestad, para hacernos avanzar, renovándonos y distribuyéndonos como buenos salmonetes a cada río geográfico, porque como bien decía Galeano: Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo. Y nosotras, desde Badajoz e inmersas en la tercera semana, estamos más que seguras que sí queréis podéis, que la vida es actitud y lo bueno se ha de multiplicar; así que feliz vida pezqueñines.
Tarde de piscina
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Velada científica Pasapalabra.
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La tercera semana, y con lxs alumnxs de 4º, empezamos una magnífica
semana jugando a juegos de presentación básica, cercana y más personal, con
juegos como la manta para recordar nuestros nombres, la cebolla para entrar en
contacto y el dixit para descubrir algún recoveco de nosotrxs. Tardes de
piscina y paseos pacenses, mañanas de aprendizaje interesante en los diferentes
proyectos y cenas de picinc bajo el precioso atardecer en los jardines de la
alcazaba han sido algunas de las tantas actividades que hemos hecho a plena luz
del día, dejando para la noche veladas científico-surrealistas para fomentar
nuestra creatividad o un Pasapalabra científico. Esto es un pequeño resumen de
lo que llevamos hecho, pero lo mejor de la semana está por llegar. Seguiremos
informando, un placer.