viernes, 20 de julio de 2018

Esto es un alfa y no un omega

Gente de toda España, y Sara la “adoptada”, reunidos para vivir una nueva VIDA, con maletas nuevas que vuelven llenas de amigos y experiencias, dejando atrás aquellas repletas de prejuicios. ¿Quién nos lo iba a decir?

15 de julio
Todos salíamos de nuestra casa rumbo hacia una nueva aventura. Aparte de la ropa (que también pesaba), nuestra maleta en un principio estaba llena de prejuicios, e incluso algún miedo, y muchos nervios. Gente de todos los rincones llegábamos continuamente a la residencia...

Para nuestra sorpresa, la verdadera experiencia no comenzó hasta la mañana del día siguiente. Un hilo rojo ha unido nuestros destinos, la ciencia y el deseo de hacer amigos. Los días y veladas pasaban sin darnos cuenta, al igual que los proyectos, que cada vez se hacían más interesantes. Poco a poco descubrimos que no sólo iba de ecuaciones y probetas el campus. Realizamos varias excursiones y visitas: tuvimos la oportunidad de conocer el patrimonio cultural de la USC, cenamos al aire libre en un bonito y tranquilo parque de la ciudad, exploramos los rincones de Santiago, incluso sentimos el agua que moja los pies de Cervantes.

21 de julio
Sos, esto se termina.

Ahora que nos despedimos, verdaderamente valoramos todo lo vivido. Pero, a pesar de la tristeza, estamos seguros de que esto es el principio y no el final, como diríamos nosotros los científicos, esto es un alfa y no un omega.

Juntos padecemos el síndrome del campamento, 6 días para conocernos y una vida para recordarnos.

Amigos, ya llegamos una vez al fin del mundo, estamos seguros de que volveremos a Finisterre.