jueves, 19 de julio de 2018

Damos comienzo a la tercera semana en Murcia


¡Buenos días campuseras y campuseros!

La aventura continúa dando comienzo la tercera semana con la llegada de nuevos compañeros a lo largo del domingo. 

Una vez descansados, asentados y casi acostumbrados al sofocante calor murciano, nos disponemos a adentrarnos en la vida universitaria a través de una charla ofrecida por los rectores y coordinadores de las universidades de Murcia y de la Politécnica de Cartagena. Tras esta acogedora bienvenida, realizamos un pequeño tour por diferentes instalaciones del campus, desde facultades y servicios de investigación como el SAI hasta las no menos importantes cafeterías. 
 

Los participantes del proyecto “La Resolución Científica de Delitos” cuentan además con la oportunidad de profundizar en la práctica habitual de la policía científica, al visitar la Comisaría de la Policía Nacional en Murcia. Aquí se adentran en el mundo de la investigación criminalística mediante el estudio de un asesinato simulado por varios agentes que les acompañan en su resolución, a través de la observación de la escena del crimen y la realización de un cotejo de huellas dactilares. 
 

Tras una necesaria comida y un merecido descanso volvemos al centro con el propósito de conocer el Museo del Instituto Alfonso X y el acuario de la Universidad de Murcia, en el cual nuestros campuseros se sumergen en el mundo de las profundidades marinas. 


Una vez acabadas las actividades programadas para esta primera jornada disfrutamos de un tranquilo paseo y regresamos a la residencia, donde realizamos una divertida velada con la que poner la guinda a este completo día. 
 

El martes, con las pilas ya cargadas, dan comienzo los proyectos. Nos introducimos en el prometedor campo de la biotecnología, investigamos el comportamiento humano de la mano de la psicología forense y emprendemos una apasionante travesía desde la estructura molecular del agua hasta el insondable mundo de las estrellas. 


Una vez ejercitadas las neuronas y despertadas las primeras inquietudes científicas e investigadoras, viajamos hasta la Manga del Mar Mayor para disfrutar de una entretenida tarde de sol y playa.
 

El cansancio empieza a hacerse presente, pero nuestras ganas de seguir aprendiendo permanecen y, tras una nueva velada en que toca sacar nuestras dotes rastreadoras a relucir, solo nos queda irnos a dormir pensando en lo que nos deparan los próximos días: deporte, espectáculos musicales, monólogos científicos o paseos en catamarán, pero sobre todo nuevas amistades, risas y recuerdos que nos acompañarán por mucho tiempo, forjando metas, proyectos y sueños que nos harán crecer.



¡Abrid los ojos, aprended y disfrutad!