domingo, 29 de julio de 2018

Última semana en el Campus Vida


Raros. Incertidumbre. Desagradables. Incómodo. Soledad. Marginación... En resumen, prejuicios. Estábamos muy equivocados al pensar que esta experiencia tendría algo que ver con eso.

22 de Julio: El inicio de todo.

Los nervios se apoderaron de nosotros a medida que llegábamos. La sala común empezó a llenarse. Los nombres se repetían continuamente. Abrumados por tanta llegada, empezamos a encontrar cosas en común.

Las primeras impresiones fueron muy dispares: unos estábamos muy nerviositos, a otros nos hizo mucha gracia los acentos y otros estábamos en una nube de felicidad. Los siguientes días fuimos descubriendo los proyectos, que nos parecieron mucho más interesantes de lo que pensabamos. Por suerte, esta semana nos coincidía con las fiestas del apóstol, por lo que pudimos ver los fuegos desde la plaza del Obradoiro y aprovechamos para hacer una excursión a Finisterre todo el día.

Además, tuvimos la suerte de tener unas veladas científicas tan divertidas y entretenidas que nos ayudaron a conocernos mejor. Los monitores nos aportaron cuentos y juegos, como el lobo y el totem. En este último hubo unos "afortunados" que tuvieron que cumplir con algunas pruebas, tanto vergonzosas como divertidas.

Con los proyectos, además de aprender mucho, nos lo hemos pasado en grande. Nunca faltaban las risas. Hemos aprendido más sobre la física, las  mates, los hidrogeles y la contaminación del agua.

Sin embargo, todo tiene un fin, como este blog, que aquí acaba. Pero la sensación de unidad nunca se irá.

La familia más grande de España