LLEGÓ EL MOMENTO DE LA VERDAD
Ayer
finalmente nos despedimos de los profesores con los que tanto hemos aprendido
en estos 3 días, pero el campus no termina aquí. Apenas terminamos las clases,
después de la comida terminamos de detallar nuestros interesantes proyectos,
los nervios y los detalles de última hora empezaban a aflorar.
A
pesar de ello, aún tuvimos tiempo para hacer muchas cosas durante la tarde: un
paseo por el centro histórico, unas compras de recuerdos para nuestros
familiares y amigos, un riquísimo helado al sol en la plaza mayor y, como no,
mil y una fotos en las calles de Salamanca.
Por
la noche nos esperaba una de las mejores veladas del campamento: Furor, en la
cual no cesamos de cantar y bailar hasta la hora de cenar. No faltaron muchas
risas y sorpresas que nos dieron algunos de nuestros compañeros. A
continuación una recopilación de los mejores momentos de la velada:
La
mañana ha sido estresante e interesante a partes iguales: estresante por los
nervios de la presentación, por los últimos detalles que pulir y por los
problemas inesperados; e interesante por el resultado de nuestros proyectos en
los que hemos expuesto todos los conocimientos aprendidos en las clases,
excursiones y talleres.
Por
la tarde hemos combatido el calor de la mejor forma que conocemos: ¡guerra de
agua! Nos hemos divertido muchísimo y por supuesto nos hemos empapado.
Una
vez nos hemos duchado y hemos preparado las maletas para marcharnos mañana, nos
hemos puesto guapos para el día de la despedida. Con un sentimiento algo triste
pero con positividad y alegría hemos comenzado la noche con una visita nocturna
a la ciudad de Salamanca.
Hemos paseado por el Puente Romano, desde el cual hemos disfrutado de unas vistas espectaculares de la catedral iluminada al fondo, también hemos visitado la fachada de la Casa de Lis y después hemos caminado por la iluminadas calles de la ciudad camino de la plaza mayor para disfrutar de un fresquito helado, cómo no, sentado en medio de la Plaza Mayor. Como siempre, pero hoy más que nunca, no han faltado las fotos de recuerdo.
Hemos paseado por el Puente Romano, desde el cual hemos disfrutado de unas vistas espectaculares de la catedral iluminada al fondo, también hemos visitado la fachada de la Casa de Lis y después hemos caminado por la iluminadas calles de la ciudad camino de la plaza mayor para disfrutar de un fresquito helado, cómo no, sentado en medio de la Plaza Mayor. Como siempre, pero hoy más que nunca, no han faltado las fotos de recuerdo.
Ya
en la residencia nos hemos despedido con una fiesta, hemos puesto música,
bailado, escrito cartas a nuestros compañeros de campus... Ha sido una gran
semana que nos deja un montón de buenos ratos y risas.