Nuestra bonita experiencia comenzó entre los inentendibles juegos de Olga y
una lluvia descontrolada de nombres nuevos. Mientras avanzaban los días nos
íbamos conociendo y formando lazos de amistad únicos que a día de hoy siguen en
pie. Ese fue nuestro pequeño mundo por unos días sin que nosotros llegásemos a
darnos cuenta.
Día de llegada, visita al laboratorio Pedro Duque de la UPV
El hecho de tener distintos proyectos no nos distanció en absoluto, sino
que acabamos formando una gran comunidad de jóvenes apasionados. Muchos de
nosotros tenemos una gran variedad de futuros: científicos, ingenieros,
matemáticos, físicos e incluso alguna de derecho. Muchos todavía no lo sabemos,
pero lo que sí que sabemos es que nos apasiona la ciencia y el saber, y ¡cómo
disfrutamos en las excursiones que realizamos por las tardes a diferentes
institutos de investigación, como el ITQ
o el I2SysBIO!
Visita al Instituto de Investigación en Sistemas Biológicos.
(Parc Cientific
de la Universidad de Valencia)
Algunas de las actividades que fuimos realizando a lo largo de este periodo
no tenían relación directa con ésta: cocinamos pancakes con chocolate,
conversamos en pequeñas tertulias, hicimos varios debates sobre temas actuales
e incluso hubo gente que hizo alguna charla TEDx. Pudimos habernos quedado ahí
pero nuestra sed de aprendizaje se mezcló con nuestro aburrimiento y una noche
creamos novedosos inventos imaginarios los cuales no tenían ninguna base
científica.
Fueron unos inolvidables días que recordaremos con mucho cariño en los que
pudimos conocer personas y hacernos amigos de ellas porque esa fue una de las
mejores partes del campus.
Último día, velada de despedida en la
playa la Malvarrosa
Alejandro
Moreno, participante del proyecto en el campus VLC un viaje a la física, de la Universidad de
Valencia y la Universidad Politécnica de Valencia.