Empezamos una mañana no muy calurosa de Julio dirigiéndonos
a los respectivos proyectos, Antropología y yacimientos, en el que desenterraron
un antepasado muy familiar, biomedicina, donde descubrieron como detectar la
hemofilia mediante la técnica de PCR, videojuegos y tratamiento digital de la
voz. En todos ellos aprendieron numerosos conceptos muy útiles para determinar
su futuro profesional y a la vez, disfrutaron con ellos.
Pero no todo fue estudiar, pues el verano pide a gritos un
lugar donde poder refrescarse, por lo que la piscina fue un lugar a donde ir
alguna tarde de la semana. Además, pudieron cultivarse en otras ramas
científicas como la física de materiales en el CMAM, así como aprender sobre la
historia y literatura madrileña al visitar la casa de Lope de Vega.
Al llegar a la residencia la diversión no acaba pues tras
una merecida cena, se realizaban veladas en las que se impartía ciencia y otros
conceptos de interés de forma lúdica.
Entre ellas, destacan los juegos Hypatia en los que
realizaron una serie de actividades enfocadas a reflexionar sobre la
desigualdad entre hombres y mujeres tanto en la sociedad como el ámbito
científico.
Con todo esto, la semana finaliza con las presentaciones de
los distintos proyectos, culminando de esta manera el primer turno del campus
científico de la UAM.
¡Nos leemos en el
siguiente!