Podrá
sonar repetitivo, pero al igual que el resto
de turnos la llegada al campus fue un tanto desconcertante, pero los
lazos entre personas aparecieron rápido, y
los temas de conversación no dejaron de fluir. Posiblemente una de las
mejores experiencias ha sido olvidar tu “yo académico”, permitiendo conocernos
sin ese estereotipo que la mayoría de las veces es más un estorbo que otra
cosa, y esto ha hecho que todos sacásemos nuestra verdadera personalidad, sacando lo mejor de
nuestro humor (entre otras características).
En
general todos pensamos que los proyectos han sido lo que esperábamos (o mucho
mejores). Nuestros profesores han incrementado nuestro amor por la ciencia,
involucrándonos en todo y haciéndonos pensar más allá de lo que es un libro,
pudiendo apreciar como es la vida de un científico y que en el fondo la nota no
deja de ser un número, y lo que importa realmente es la pasión que le pongas a
tu trabajo. Algo imprescindible también ha sido la esperanza que nos han
brindad
o de, en un futuro, poder vivir de la ciencia, materia que como es de suponer a todos nos fascina. Por último, y fuera de los proyectos, los monitores nos han ayudado a perder la vergüenza y el sentido del ridículo y comprender lo que realmente es la dignidad para crecer como personas.
Y ahora
entrando en materia…
El
taller de física ha sido una pasada, no hay palabras para describirlo mejor. Todos los integrantes
del grupo nos hemos dado cuenta de la gran importancia que tienen el LHC, de su
complejidad pero también de la misteriosa
fuerza atractiva (tal y como si un gluón estuviese presente) que encandila a gente como nosotros, y hace
que estar horas mirando modelos 3D del
CMS sea un pasatiempo la mar de divertido. Además, hemos aprendido más que
nunca en un tiempo record, y eso nos ha
llenado. No hay duda de que probablemente la mayoría de nosotros acabemos
siendo unos físico de partículas, y con un poco de suerte, de éxito.
En el
proyecto de matemáticas, hemos aprendido que hay muchas formas de ver las cosas,
aunque a veces los puntos de vista sean completamente diferentes. Nuestros
profesores, Bea y Fernando, tenían una concepción muy distinta de lo que era la carrera y de vez
en cuando nos deleitaron con sus debates intelectuales que nos ayudaron a ver
que no solo había una manera de ver el mundo. Hemos aprendido que las
matemáticas pueden resolver cualquier problema, hasta un asesinato o un crimen
terrorista. Las cosas no siempre son lo que parecen, no siempre es fácil darse
cuenta de lo complejo que es todo. Lo que más nos ha gustado ha sido poner en
práctica todos los conceptos que hemos
aprendido entre risas y más de una anécdota. Simplemente nos gustaría
agradecerles a los profesores el tiempo empleado, las risas y los miles de
aprendizajes que han sido capaces de transmitirnos. Ha sido una semana mágica
que jamás olvidaremos.
La
experiencia en el proyecto de hidrogeles ha sido inolvidable. Para nosotros
esta era un área totalmente desconocida que ha resultado ser fascinante, sus
conocimientos se aplican al día a día. Por las mañanas nos levantábamos con
ilusión para poder experimentar con el fantástico instrumental que se pone a
nuestra disposición. Ha sido un placer poder asistir a clases que fueron muy
amenas e interesantes gracias al esfuerzo de nuestros fantásticos profesores.
En el laboratorio nos lo hemos pasado muy bien, no solo hemos aprendido sino
que hemos establecido fuertes lazos entre los miembros del mismo. Nos ha
permitido adentrarnos en el mundo de la ciencia, un mundo difícil donde
escasean los recursos de investigación.
La verdad, no tenía unas grandes esperanzas sobre el temario del proyecto sobre la contaminación del agua. Ahora solo puedo comerme mis palabras. Puede que lo peor de todo el proyecto sea tener que despedirnos de nuestros profesores después de que hayan sido tan cercanos con nosotros (los echaremos de menos). Ha sido increíble estar con ellos y tenerlos para explicarnos los experimentos y diversas preguntas que formulábamos, cosa que hacían con una paciencia y cercanía digna de alago. La cantidad de teoría ha sido poca, pero suficiente como para poder entender todas las prácticas de laboratorio y aprender cosas nuevas. Este proyecto no ha sido un simple proyecto para únicamente aprender, sino que nos hemos reído hasta el punto de sentirnos como un grupo único. Y puede que eso haya sido lo mejor, no éramos un simple grupo de jóvenes que se habían juntado para hacer unos cuantos experimentos, éramos un verdadero equipo al que le adjudicamos una serie de símbolos que nos identificaban en base a nuestras experiencias durante el trabajo. Además, el proyecto tiene gran cantidad de experimentos curiosos y poca teoría, lo que lo hace muy ameno pero interesante. Ha sido una experiencia verdaderamente increíble.