viernes, 19 de julio de 2019

Despedida T3 Campus Científico 2019


Podrá sonar repetitivo, pero al igual que el resto  de turnos la llegada al campus fue un tanto desconcertante, pero los lazos entre personas aparecieron rápido, y  los temas de conversación no dejaron de fluir. Posiblemente una de las mejores experiencias ha sido olvidar tu “yo académico”, permitiendo conocernos sin ese estereotipo que la mayoría de las veces es más un estorbo que otra cosa, y esto ha hecho que todos sacásemos nuestra  verdadera personalidad, sacando lo mejor de nuestro humor (entre otras características).


En general todos pensamos que los proyectos han sido lo que esperábamos (o mucho mejores). Nuestros profesores han incrementado nuestro amor por la ciencia, involucrándonos en todo y haciéndonos pensar más allá de lo que es un libro, pudiendo apreciar como es la vida de un científico y que en el fondo la nota no deja de ser un número, y lo que importa realmente es la pasión que le pongas a tu trabajo. Algo imprescindible también ha sido la esperanza que nos han brindad



o de, en un futuro, poder vivir de la ciencia, materia que como es de suponer a todos nos  fascina. Por último, y fuera de los proyectos, los monitores nos han ayudado a perder la vergüenza y el sentido del ridículo y comprender lo que realmente es la dignidad para crecer como personas.

Y ahora entrando en materia…

El taller de física ha sido una pasada, no hay palabras  para describirlo mejor. Todos los integrantes del grupo nos hemos dado cuenta de la gran importancia que tienen el LHC, de su complejidad pero también de la misteriosa  fuerza atractiva (tal y como si un gluón estuviese presente)  que encandila a gente como nosotros, y hace que estar horas mirando modelos  3D del CMS sea un pasatiempo la mar de divertido. Además, hemos aprendido más que nunca en  un tiempo record, y eso nos ha llenado. No hay duda de que probablemente la mayoría de nosotros acabemos siendo unos físico de partículas, y con un poco de suerte, de éxito.

En el proyecto de matemáticas, hemos aprendido que hay muchas formas de ver las cosas, aunque a veces los puntos de vista sean completamente diferentes. Nuestros profesores, Bea y Fernando, tenían una concepción  muy distinta de lo que era la carrera y de vez en cuando nos deleitaron con sus debates intelectuales que nos ayudaron a ver que no solo había una manera de ver el mundo. Hemos aprendido que las matemáticas pueden resolver cualquier problema, hasta un asesinato o un crimen terrorista. Las cosas no siempre son lo que parecen, no siempre es fácil darse cuenta de lo complejo que es todo. Lo que más nos ha gustado ha sido poner en práctica  todos los conceptos que hemos aprendido entre risas y más de una anécdota. Simplemente nos gustaría agradecerles a los profesores el tiempo empleado, las risas y los miles de aprendizajes que han sido capaces de transmitirnos. Ha sido una semana mágica que jamás olvidaremos.

La experiencia en el proyecto de hidrogeles ha sido inolvidable. Para nosotros esta era un área totalmente desconocida que ha resultado ser fascinante, sus conocimientos se aplican al día a día. Por las mañanas nos levantábamos con ilusión para poder experimentar con el fantástico instrumental que se pone a nuestra disposición. Ha sido un placer poder asistir a clases que fueron muy amenas e interesantes gracias al esfuerzo de nuestros fantásticos profesores. En el laboratorio nos lo hemos pasado muy bien, no solo hemos aprendido sino que hemos establecido fuertes lazos entre los miembros del mismo. Nos ha permitido adentrarnos en el mundo de la ciencia, un mundo difícil donde escasean los recursos de investigación.

La verdad, no tenía unas grandes esperanzas sobre el temario del proyecto sobre la contaminación del agua. Ahora solo puedo comerme mis palabras. Puede que lo peor de todo el proyecto sea tener que despedirnos de nuestros profesores después de que hayan sido tan cercanos con nosotros (los echaremos de menos). Ha sido increíble estar  con ellos y tenerlos para explicarnos los experimentos y diversas preguntas que formulábamos, cosa que hacían con una paciencia y cercanía digna de alago. La cantidad de teoría ha sido poca, pero suficiente como para poder entender todas las prácticas de laboratorio y aprender cosas nuevas. Este proyecto no ha sido un simple proyecto para únicamente aprender, sino que nos hemos reído hasta el punto de sentirnos como un grupo único. Y puede que eso haya sido lo mejor, no éramos  un simple grupo de jóvenes que se habían juntado para hacer unos cuantos experimentos, éramos un verdadero equipo al que le adjudicamos una serie de símbolos que nos identificaban en base a nuestras experiencias durante el trabajo. Además, el proyecto tiene gran cantidad de experimentos curiosos y poca teoría, lo que lo hace muy ameno pero interesante. Ha sido una experiencia verdaderamente increíble.