Empezamos el turno recibiendo el
domingo a los participantes más jóvenes. Llegaron con muchos nervios e incluso
con un poco de miedo que desaparecieron rápidamente en la primera velada cuando
se presentaron y tuvieron la oportunidad de conocerse un poco más con los
juegos de presentación.
El lunes por la mañana vieron por
primera vez como se trabaja en los laboratorios. En el proyecto de ciencia y
salud descubrieron los secretos de la cocina molecular, hicieron yogur; y se
convirtieron en expertos catadores de yogur. Por la tarde, nos trasladamos a la
facultad de ciencias donde un profesor les dio una charla de divulgación
científica y posteriormente les explicaron las prácticas que iban a realizar a
lo largo de la semana. En la velada del lunes se notaba que los chicos tenían
más confianza y el bingo de la tabla periódica fue todo un éxito.
El martes por la mañana el grupo
de bioquímica y biotecnología aprendió las normas básicas del laboratorio y el
material que se usa. Les explicaron los tipos de células sanguíneas y
observaron en el microscopio óptico muestras de sangre para identificar las
células. El martes por la tarde quedaron asombrados por la belleza de la
Alhambra, aunque eso si pasando un poco de calor como es habitual en Granada.
El miércoles al grupo de física y
matemáticas les explicaron los diferentes tipos de lentes y sus aplicaciones en
la vida diaria. Pusieron en prácticas estos conocimientos para conseguir la
solución de un scape room donde trabajaron todos en equipo. El miércoles
por la tarde fuimos al parque de las ciencias donde pudimos ver a diferentes
animales en exóticos y conocer algunos datos interesantes de estos animales y
de su hábitat. Además, los participantes más virtuosos deleitaron a sus
compañeros tocando el piano.
Y llegó el viernes, la semana ha
pasado volando y los chicos han hecho muy buenas migas. Tras el acto de
clausura fuimos al pantano de Cubillas donde tuvieron la oportunidad de hacer
kayak, padel surf y disfrutar de una colchoneta hinchable que flotaba en el
pantano.
Entre lágrimas despedimos a
nuestros chicos el sábado, que supone un día agridulce pues, aunque se tienen
que despedir saben que han vivido una experiencia inolvidable, que han hecho
muy buenos amigos, y que por supuesto seguirán en contacto.