Proyecto compuesto por: Jaime Raposo, Elena Alberca, Sainza Goberna, Irene Pérez, Alicia Vega, Natalia Alfaro y Lucía Pérez.
El día de la salida de campo a la comarca de Babia, muy esperado por todos nosotros, empezó con un sueño enorme y con los "increíbles" desayunos de todos los días. De Oviedo a Babia teníamos alrededor de una hora y cuarto de viaje por lo que con unos divertidos todoterrenos y con la compañía de los geólogos Carlos y Toñi el viaje se hizo muy ameno.
En nuestra primera parada pudimos ver un precioso y moderno puente llamado "Puente de Luna". Allí nos dimos cuenta que una de las grandes aplicaciones de la geología era la construcción de infraestructuras.
Proseguimos por un camino con muchas curvas hasta llegar a un impresionante valle en forma de U originado por un antiguo glaciar. Allí estudiamos el lugar con un mapa topográfico y aprendimos a saber cuál es la procedencia de cualquier paisaje natural.
En la tercera parada hicimos más o menos lo mismo que en el anterior sitio, pero le prestamos más atención a las morrenas y a la altura del glacial formado hace unos 400 millones de año.
Ascendiendo alrededor de unos 500 metros de altitud llegamos al sitio más impactante, precioso y geológico de todos. Pudimos observar perfectamente los pliegues y las fallas en una enorme montaña. Allí, junto a nuestro amigo "Pancho" (un perro que nos encontramos), nuestros compañeros, Carlos, Toñi y Lucía, cominos al fresco aire del viento con unas vistas preciosas.
Agotados con unas cuantas quejas, comimos un helado y terminamos nuestra visita a Babia aprendiendo a sacar el ángulo de buzamiento y la pendiente de las rocas.